Una compañía con décadas de experiencia y con un alma aun mayor

La compañía Bigelow ha cumplido las necesidades y excedido las expectativas de nuestros clientes por cerca de treinta años. Pero para trazar la historia completa, usted tendrá que regresar al menos dos centenarios, hasta 1833 cuando George Wilcox estableció una fundición y un taller en los bancos del canal de Farmington en New Haven, Connecticut. La empresa, originalmente conocida como Wilcox Foundry and Machine Company, se convirtió en parte vital para la comunidad económica de la ciudad.

 

En 1860, Hobart B. Bigelow – quien previamente trabajó en el taller para Wilcox Company – compró la maquinaria de la compañía, por lo que creó The Bigelow Manufacturing Company. La nueva compañía construía turbinas de agua, equipos de extracción para minería de oro y petróleo, pero quizá más importante, construía calderas industriales.

 

La compañía creció y prosperó, aún cuando Hobart Bigelow buscó su interés en la política. (Él se desempeñó en numerosos cargos, incluso fue electo como el 50 gobernador de Connecticut.) Para1891, Bigelow Manufacturing Company, creció exitosamente en el área de calderas industriales, por lo que se enfocó exclusivamente en la fabricación de dichas calderas.

 

Para principios de 1900, Bigelow estaba vendiendo a sus clientes un amplio rango de calderas que utilizaban bagazo, basura industrial, biomasa y otros combustibles fósiles. Sus clientes pertenecían a industrias azucareras, petroquímicas, madereras, textiles, así como cientos de sistemas de calefacción en diferentes instalaciones, en las que se incluían sectores de la salud, de la educación, prisiones, y algunos procesos de fabricación. El desarrollo industrial durante el siglo 20 significó un constante crecimiento para Bigelow, ya que se requerían calderas eficientes y su demanda exigía continuamente la mejora de los productos.

 

Para mediados de 1980, la planta Bigelow de fabricación de calderas cierra sus puertas luego de 150 años de operación.

 

La historia pudo haber terminado en ese momento, pero el vice presidente de ventas de la compañía, Thomas Fregeau, vio la necesidad de seguir sirviendo a los clientes de Bigelow en todo el mundo. Él formo la compañía T.A.F, la cual compró los derechos de la marca Bigelow, así como el material intelectual de la compañía, incluyendo planos originales y diseños que datan de los inicios de siglo.

 

Tras la compra en 1987, Thomas Fregeau lanza The Bigelow Company, una nueva empresa que comienza con el compromiso de brindar excelencia de servicio al cliente tal como la firma original establecida por Hobart Bigelow más de un centenario antes. Este compromiso fue transmitido a Jim Fregeau, quien ahora sirve como el presidente de la compañía. Bajo el liderazgo de Jim Fregeau, The Bigelow Company ahora presta sus servicios a sus clientes alrededor del mundo, desde Asia-Pacífico, el Mediterráneo y Europa hasta Estados Unidos, Canadá, Sur y centro América.

 

Nuestro crecimiento se alimenta completamente por la reputación que hemos construido durante cerca de 30 años en el negocio. A medida que continuamos forjando relacionas duraderas con nuestros clientes, anticipamos un gran crecimiento en los próximos años.